viernes, mayo 19

Sueños para llevar

Rastros perdidos

Me perdí.
Y debo decir que nunca había sido tan feliz. De pronto el mundo se convirtió en una pelota amarilla, donde lo único que me pertenecía era mi propio aliento y mis propios sueños.

¿Pero qué no es así también en la realidad? Yo soy lo único que tengo, ninguna otra cosa ha sido ni será jamás de mi propiedad.

Me perdí anoche mientras dormía, en un cuento perfecto, en la ilusión más azul.Te tenía y yo sonreía.Tenía un futuro compartido entre un  y un yo.Pero hoy desperté y no tengo nada.Entre mis manos no sostengo más que la brisa de un viento cansado que entra por esa ventana cerrada.Olvidé tu sonrisa, tu aroma y tu rostro se me hace borroso.

Pareciera que no pudiera recordar nada en esta habitación vacía llena de silencio, ni siquiera tus ojos.Sin embargo aunque seas una imagen indecisa y escurrida, no olvido cómo latía mi corazón por todo lo que significaba la palabra . No lo olvido porque así late ahora y es ese latido que mantiene mi órgano más vital con vida. Y tengo miedo de que un día olvide cómo latir por ti, porque sé que ese día entonces habrá llegado el fin.No te recuerdo porque no sé cómo abrir los ojos.No camino porque olvidé ponerle aceite a mis pies.Y de pronto soy niño de nuevo, esa niño que le tiene tanto miedo a la oscuridad. Que llora cuando sabe que la van a inyectar y sonríe con la cosa más simple como ver a una libélula brillar.Creo que me perdí. Creo que te perdí.El fantasma de un anciano enamorado me dice al oído que afuera hay un Sol brillante con un camión que me llevará hasta ti.

Y deseo tanto estar soñando, quizás fue una pesadilla al dormir, quizás nunca desperté. Tal vez deba hacerlo ya.Sucedió, o no.En un cuento de hadas o no.En una realidad o no.En la imaginación o no.Donde sea sólo sé que cuando te perdí, yo también me perdí.

viernes, febrero 19

Sueños para llevar

Aquí me tienes



Aquí me tienes,
En otro de esos días donde necesito una taza de café,
Un helado o una buena canción.
Aquí me tienes en esos días donde no se si hacerte eterno con mis
Estúpidas letras,
Donde no se sí te aburre que te escriba, o te fastidia que siempre hable de ti
De lo mucho que me gustas, de lo inmensamente que te quiero o de lo feliz que quisiera hacerte.

Y aquí estoy en esos días donde sé que me veo ridículo aparentando ser un poeta ¡Maldición! Ha sonado esa canción que me hace saber que tengo un nivel inexperto en todo.

¡Me he perdido la canción por el timbre y a la siguiente que suena lo tirare!

Creo que estoy en un viernes donde tengo un delirio de letras y no sé que me causa todo esto.

Soy inexperto en muchas cosas, por eso hago tantas preguntas… pero bueno, dejemos eso por un lado, esto es un “poema” fallido, porque dije que no sabía si hacerte eterno.

Me he perdido en personas que son cosas del pasado, pero yo que he viajado en el espacio y en mis sueños, Termine perdiéndome en ti, en tu mirada, tu sonrisa, tus labios y como no mencionar a tu forma de ser, a la forma en que me haces volverme cuerdo y con una sonrisa volverme a enloquecer. Y es que no eres perfecto, eres Exacto!

Me preocupa demasiado no saber cómo enamorarte, solo soy yo un chico con letras, pensando en ti, en nosotros, en pensar si te enamorarías de mí.


Quiero que leas esta parte detenidamente, “si te enamoras de mi házmelo saber, soy un idiota, pero te digo desde lo más profundo que pueda existir dentro de mí, Te quiero aunque más que claro ya lo tengas. Eres importante y te doy gracias por permitirme pasar de ser un desconocido más a ser alguien que te abrace y te pueda tomar de la mano, pido seas el chico correcto y que sí me lo permites pueda ayudarte a cumplir tus metas, sueños, anhelos y darte un fuerte abrazo cuando eso suceda.”

lunes, noviembre 24

Sueños para llevar

Enfermedad

Te quiero amar despiadadamente, te quiero arrancar de tajo todas las ilusiones; arrugarlas, deformarlas y así como queden, colgarlas en la pared del cuarto donde te voy a pedir que me hagas el amor sin recato. Quiero que las veas todas las mañanas y caigas en cuenta que todo eso que alguna vez soñaste, no se compara con estar juntos, con acompañarnos en lo que es del otro. Con cegarnos al calor de la piel sin más preludio que tu respiración entrecortada mientras miras como me voy quitando para ti el mal día y los prejucios del amor ideal.

Te voy a dejar exhausto de tanto sentimiento, voy a descansar en tu pecho todas las noches que me hiciste falta y te contagiaré la urgencia de volver a vernos apenas pensemos en cerrar los ojos. Voy a mirarte con la luz apagada, voy a aprenderme de memoria esas ganas que siempre tienes de quedarte, y tú me vas a tomar de la mano y me llevarás a esa parte de ti que te da tanto miedo compartir. Voy a lamerte las preocupaciones, vas a cantarle a mis fracasos, vamos a complotear contra la rutina y a romper las reglas de nuestras propias expectativas. Vamos a aprender a llorar las alegrías desde bien adentro, vamos a taparle la boca a las paredes porque esta manera de querernos no deberá saberla nadie.

Voy a besarte de tantas formas que te verás obligado a enamorarte de todas las que soy. Voy a pedirte que te vayas, voy a ir por ti. Voy a hacer que maldigas todas las razones por las que no llegaste antes a mi vida. Voy a escribir sobre ti. Voy a acariciarte con la mirada cada vez que quieras empezar a discutir, voy a evitar las peleas a menos que no tengamos ropa puesta. Voy a dejarte mi aroma en los dedos y mi cadera en el pensamiento, voy a dejarte bien claro que no te prometo más que el día que esté por empezar.

Vas a encontrarme en cada risa escandalosa, vas a hartarte de la música que no escuches a mi lado, y todo lo inolvidable hará referencia a lo nuestro. Vas a dedicarme versos añejos, poesía moderna, frases que leas en cualquier lugar. Vas a abrazar cada momento como si fuera tu última oportunidad de susurrarme una palabra de amor, vas a lamentar no haberme dado un beso más al despedirte, vas a admirarnos en cada milagro cotidiano del que seas testigo, vas a sonreír.

Y te va a doler rico pronunciar mi nombre, y vas a querer que duela más, te va a arder el cuerpo de tanto no tocarme, y sólo al recordar que te estoy esperando, podrás comprender que has encontrado por fin tu lugar en el mundo, un lugar único junto a mí.

Amor, voy a arruinarte. Prometo que voy a arruinarte.

domingo, agosto 31

Sueños para llevar

Tiempo

El tiempo es una magnitud física con la que medimos la duración o separación de acontecimientos, sujetos a cambio. El tiempo permite ordenar los sucesos en secuencias, estableciendo un pasado, un futuro y un tercer conjunto de eventos ni pasados ni futuros respecto a otro, ese conjunto de eventos simultáneos es el presente. El presente es relativo al observador. 

Por lo tanto, mi presente podría ser el momento en que al besarte mi corazón palpita más rápido, mis pupilas se dilatan pero mis párpados las cubren, mi lengua danza con la tuya y mi respiración se paraliza, todo al mismo tiempo. Ese es mi mejor presente. El presente que comparto contigo. 

viernes, agosto 8

Sueños para llevar

Síndrome de Estocolmo

Pensé que ya nunca volvería a escribir sobre y para ti, pero hoy vino una de esas noches de las que ya te conté alguna vez y no lo pude evitar. Hoy quiero platicarte cómo me enamoré de ti.

Me enamoré de ti de la misma forma que pasan las cosas que no tienen sentido. Detrás de la necesidad de estar contigo, o con cualquiera, había una soledad amarga y un frío que quemaba todo. Y mientras el caos que era mi vida de soltero me empujaba a seguir un camino cuesta abajo, apareciste tú con una sonrisa predestinada a convertirse en mi guía hacia tu cama.

Nunca he creído en la magia, pero puedo apostar todo lo que tengo a que el tiempo se detenía cuando me veías con esos ojos cafés. “No es que no te ponga atención, es que me perdí escuchando el sonido de tu voz”, recuerdo que te dije alguna vez. Eras la música que tanto buscaba para que ambientara mi vida. Sabía muy bien dónde me estaba metiendo, sabía lo peligroso de enamorarse; lo que ignoraba era hasta qué punto deseaba no encontrar nunca la salida.

Y creo que contigo sufro de El Síndrome de Estocolmo. Un día dejamos de abrazarnos, pero nunca dejé de imaginarme rodeado por tus brazos. Me prohibiste probar de nuevo tus labios, pero con haberlos besado sólo una vez era fácil darse cuenta que todos los demás jamás estarían a su altura. Debí haberte idealizado menos pero se me olvidó voltear a ver mis cicatrices viejas. Aunque nada de eso me importaba en aquellos momentos, yo sólo quería querer y ser querido, y sé que así fue por un tiempo.

Ya no le busco razones a mi tristeza, por eso te sigo buscando intentando justificar porqué ésta no se termina marchando. Pero siempre la conclusión es la misma. Soy yo y mi estúpida manía de saltar a las vías del tren, con la esperanza de que me salve alguien. Pero nunca llega nadie, ni tú. He muerto ya varias veces con cada tren que ha pasado encima y sigo sin aprender.

Pero voy a estar bien, mi amor. Sé que puedo hacerlo bien. Tengo aguante para muchos trenes más. Sé que puedo no volverme a obsesionar con la nada. Sé que ahora puedo terminar las historias antes de empezarlas. Pero ahora, la cuestión es si quiero hacerlo contigo, si quiero volver a repetir todo de nuevo o si quiero arriesgar nuestro tiempo y mi salud intentándolo pero de forma diferente.

Estoy seguro que ya sabes la respuesta. Sólo tienes que recordar cómo te miraban mis ojos la última vez que nos tomamos de la mano.