lunes, julio 4

Batiscafo

¡Voto por voto, cubeta por cubeta!

Este lunes la gente del Estado de México despertó con una sonrisa, con las pilas recargadas y olvidándose de los ríos que inundan sus calles, porque la revolución volvió a hacer justicia.

Tal como se esperaba y como se había dibujado, el candidato del PRI arrasó la elección, igualito que las aguas negras arrasaron con las casas de Neza. Lo bueno es que el gobernador electo ya tiene chamba y mucha, para que esperar las formalidades de la ceremonia, desde hoy puede ayudar a sacar el agua de las casas, limpiar calles, al fin a él le gusta trabajar y nos lo demostró hasta el cansancio en sus spots, de menos puede ayudar a limpiar vidrios y poner ventanas rotas.  

Pero el río de aguas negras, con todo y sus peces caca y mojarras pañal, no sólo se quedó con el Estado de México, también se llevó Nayarit y Coahuila y hace pensar que la profecía Maya del 2012 se va a volverá realidad, el Parque Jurásico volverá a los Pinos.

Regresando a las inundaciones y sin tratar de defender a las autoridades que año con año se justifican con lo mismo: “son las lluvias más fuertes que han caído sobre el valle de México”, “se nos olvidó abrir las compuertas”, ojalá hubieran dicho lo mismo tantas jovencitas que ya están embarazadas. No puede ser posible que la gente viva todo el tiempo, y cito a mi abuela, “como puerco mierdero”,  tirando su basura en la calle, hasta sillones puedes encontrar en el río de los remedios, de verdad es igual de indignante el descuido de las autoridades como la irresponsabilidad de los mexicanos.

Pero es tan común mirar en la calle gente comiendo, bebiendo, fumando o mascando y al terminar tirar sus desperdicios a la calle, son de las cosas que hace insoportable vivir en la Ciudad de México o sus alrededores ¿Qué no pueden esperar llegar a sus casas para comerse su elote, sus patas de pollo, sus papas o su refresco? ¿Les cuesta mucho trabajo guardar su basura en su mochila o su bolsa? Lo peor de todo es que sus hijos, inocentes criaturas que crecen como la yerba, a golpes de sol y de agua, repiten esos patrones sin educación de sus padres.

Lo bueno es que hoy en la noche tendremos nuestro cuchillo de dos filos para distraernos, porque si gana México en la Copa América vamos a estar “re felipes con tennis nuevos” y si pierde nos va a parecer aún más gris el martes, algo así como el domingo para Alejandro Encinas. 

Gavroche

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