miércoles, abril 25

kontroverzia

Ligar en los baños públicos, cuestión de perversiones


Entrar a un baño público siempre genera en mi esa ansiedad por descubrir algo nuevo, como abrir un regalo, como saber que entraré a ver una película que sé que me divertirá. Entrar y ver quién está ocupando tal o cual mingitorio y escoger uno para hacer lo que tengo que hacer. Pero mi adicción al sexo me mueve siempre a "echar un ojo" a un lado u otro a ver quién está a mi lado, a ver quién está también, digamos, inquieto, y buscar una mirada cómplice de vuelta.


Ligando en baños publicos  - perversionesDesde adolescente, antes de salir del clóset, en las fiestas siempre me excitaba pensar que ya en la borrachera, entre amigos entraríamos al mismo baño y todos en confianza orinaríamos unos frente a los otros y así el banquete visual siempre era seguro. Ir a los bares y visitar de vez en vez igual los baños a ver que se ve… quién se dejaba ver con el pretexto de la borrachera, de la actitud macho de algunos que pretenden no fijarse quien orina a su lado o si los ven o no.

Cuánta cosa he visto, la verdad, uf, me atrevo a confesar esa perversión de andar ligando en baños públicos. Pero también con éxito, de saber que he tenido unos encuentros con otros hombres que, buscando igual un ligue, sexo rápido, algo de morbo, se prestan al juego y toqueteo. Manoseo, erecciones y orgasmos anónimos en casetas de baños en centros comerciales, áreas de comida, tiendas de ropa y edificios de oficinas. Ya sea de lado a lado en un mingitorio, dentro de las casetas, o por debajo de la partición de las casetas, el famosounderstall que dicen en EUA.

El cruising, o búsqueda de sexo en lugares públicos en México, sobre todo en las ciudades grandes, es cosa de todos los días, quiéranlo o no. Leyes igualitarias, matrimonio, lo que sea, pero estamos tan acostumbrados un gran grupo de hombres homosexuales, bisexuales y curiosos a ésta adrenalina, que es difícil no encontrar siempre un lugar donde se preste para este juego de carne y sexo. Ya se ha dicho mucho de lo que sucede en el Metro de la ciudad de México, pero las líneas del Metrobús y Tren Ligero no se quedan atrás.

Hay portales online exclusivos para compartir lugares y consejos de donde ir y a qué horas encontrar la mejor acción. Más allá del estereotipo de que los hombres gays van a buscar sexo a los bares y cantinas, no es necesario esperar a que obscurezca. Basta con escaparse a la hora de la comida a algún centro comercial en el área de comida, las tiendas estas de restaurante-regalos-revistas de los animalitos ojones, los baños de las tiendas departamentales más "bonitas" siempre tienen acción en sus baños, en las universidades privadas y en las públicas hay un sinfín de lugares. 

Ni los menciono aquí para no quemarlos, para dejarlos así: clandestinos; a la vista de todos, pero para los bajos instintos de algunos más aventureros. Si quieren saber si el lugar que frecuentan tienen este tipo de acción, simplemente entren a la "última caseta" y siempre habrá recados morbosos o evidencias de orgasmos anteriores. Cuando ya no sea hora de que estén los de la limpieza, llega gente como yo, a darse la vuelta y ver que veo, agarro, mamo o admiro.

¿Que por qué lo hago? dirán y criticarán muchos, entre mojigatos, salubres y persignados: pues porque puedo y porque me cuido, porque se me antoja y eso en mi mente me da unos orgasmos más fuertes por la adrenalina, que por otras experiencias. Enfermedad, filia, adicción o como le quieran llamar, para los que quieran… por ahí me los encontraré y seguiré encontrando. 

eNeHache

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