Una cosa es que Beatriz Paredes deje el PRI después de regresarle su fuerza jurásica, que la juez XII, Blanca Lobo, ordenara una suspensión provisional de Presunto Culpable, bueno incluso que el “Canelo” sea campeón superwelter no es tan impactante como la noticia de que Mijares y Lucerito se divorcian.
Esa sí que es una mala noticia, augurio de que la existencia del ser humano llega a su final sobre la faz de la tierra. Estoy seguro que después de este divorcio el porcentaje de jóvenes que quieran casarse disminuirá. Ya puedo imaginarme a la llorona sollozando por las calles de la ciudad “¿Familia mexicana –no me refiero al cartel sino a la institución social- que será de ti?”
Por quien si debemos de preguntarnos es por Marisol Valles García, la jefa de la policía municipal de Praxedis, de la que no se sabe nada. De verdad deseo que en donde se encuentre esté segura junto con su familia.
El que si llego bien seguro a recibir su premio del Águila Azteca fue Vargas Llosa y durante la clausura del Congreso Internacional de Innovación Educativa 2011 aprovecho para tirarle un “hachazo” a todos los “pamboleros”, diciendo que ir a ver un partido de futbol es más caro que comprar un libro y que hay millones que prefieren ir a un estadio.
Con esos argumentos como no estar de acuerdo con el premio Nobel, sale carísimo ir al futbol, de entrada son más de cien pesitos de tu boleto y luego la cerveza, “baratita baratita”, está en sesenta morlacos ¡ya se pasan!
Aun así vale la pena ir al estadio, si no pregúntenle a la gente de Cancún, los muy suertudos pudieron ver dos golazos de Martín Bravo, lástima que los caribeños no iba a ver a los Pumas.
Gavroche
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