martes, marzo 8

Investigación kUkU

Perspectiva desde el VIH sobre el 14 de febrero, el amor y la amistad
El VIH-SIDA es una pandemia que inutiliza los mecanismos de autodefensa en el organismo humano. Se piensa sinónimo de muerte y es, a la fecha, uno de los fantasmas que atormentan a la juventud. Cuando se menciona el oscuro panorama de la enfermedad, el amor y la amistad tienen un papel poco claro en la vida de estas personas. Una investigación en la Clínica Especializada Condesa, para personas con VIH arroja resultados inesperados.




En México se tiene registro de 144 mil 127 casos de Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirido, SIDA, a partir de 1983; de esos casos el 16% proviene del Distrito Federal, siendo así la entidad federativa con más casos en el país. La mayoría de los pacientes son hombres de entre 30 y 44 años de edad.
FOTO: CORTESÍA VIH/SIDA FILES


 
En este contexto, el SIDA se ha vuelto un sinónimo de defunción, por lo que quien se contagia del Virus de Inmunodeficiencia Humana, VIH,  se convierte en un portador de muerte a la espera del desenlace.

 
El número de personas que  se han contagiado de VIH es mucho mayor que los que han desarrollado el síndrome; pues el número de contagios de VIH asciende a 225 mil en todo el país.
Todos ellos con una vida por delante y que en el pensamiento social se ve truncada por el virus.
La comunidad con VIH en el DF cuenta con una clínica especializada que busca darles una atención integral para que sobrelleven la enfermedad; la Clínica Condesa atiende a 590 personas de forma gratuita, en ella se brinda a los pacientes, además, los servicios de dermatología, ginecología, pediatría, proctología, odontología, Rayos X, cirugía general y neumología, ésta última muy asociada al VIH.

La vida con VIH


 
Cuando el paciente da positivo en la detección del VIH, le cambia la vida, tiene implicaciones no sólo personales, sino sociales y familiares, en todos los sentidos.
Hoy, nos encontramos en un nuevo tiempo en relación con el VIH-SIDA. Por un lado, las nuevas terapias combinadas han demostrado su capacidad para detener la multiplicación del virus y permitir a las personas infectadas desarrollar su vida cotidiana en mejores condiciones.
Por el otro, el protagonismo social y político de estas mismas personas plantea y obliga a encarar desafíos inéditos.
FOTO: CORTESÍA CRISTIAN VELASCO
Dentro de los cambios que conlleva el adquirir el VIH, su vida sentimental se ve alterada, pues requiere una mayor responsabilidad. Algunos sitios de internet como Relaciones Positivas, pretenden llegar a la comunidad VIH positivo que en cierta forma ha sido olvidada, cuando se trata de sus relaciones sentimentales.
Pocos medios existen para que una persona que ha sido diagnosticada VIH positivo pueda continuar su vida sentimental, conocer a su pareja, entablar una amistad, incluso hacer muchos amigos que comparten las mismas luchas y pueden, en muchas ocasiones, compartir sus experiencias y consejos.

En el ámbito vivencial, “existen grupos de apoyo que pretenden apoyar a los pacientes; sin embargo terminan siendo lugares de ligue, lo que conlleva a conflictos de grupo porque  a veces las relaciones no funcionan”, así lo dijo Gerardo Vizcaína, Psicólogo y Consejero de la Clínica Condesa.
Gran parte del conflicto al rechazo y obstáculos que enfrentan los pacientes, es la ignorancia y las prácticas sexuales peligrosas, dentro de estas prácticas sexuales se encuentran los Bugcatchers, que son personas “sanas” que buscan contagiarse del VIH a través de orgías donde uno o más poseen el virus.

La amistad y el VIH

La percepción de amistad varía mucho dependiendo del tipo de familia y amigos con la que se cuente, ya que si las relaciones son abiertas, te dan soporte, comprensión y se integran a tu forma de vida, entendiendo que el virus no cambia nada en ti, “Solo tenemos un bicho más, somos un poco más vulnerables pero nada más”, como se describe uno portador de VIH.

Foto: http://sun-ua.com/ 
Pero cuando las familias o amistades son cerradas la manera integrarse a la sociedad no se complica simplemente se modifica, ya que las conductas son menos afectivas o de poco interés, lo que hace que este pequeño grupo busque reunirse con personas que tengan la misma situación y así afianzar la amistad con gente que porta el virus, para tener un apoyo mutuo. En la mayoría de las veces cuando comparten la noticia de ser portador del VIH, lo primero en que se piensa es en la muerte, ya sea por falta de información, por intolerantes o algún otro caso y es aquí donde la amistad juega un papel importante ya que se pueden fortalecer aún más los lazos de amistad o se pueden desgastar, depende de cada uno el giro que le dé.
Pero en ciertos caso algunos deciden tomarlo con mucha tranquilidad, paz y serenidad y que la relación siga igual pero que no sientan ni lastima, ni misericordia ya que solo es una “Enfermedad crónico degenerativa y te mueres si quieres” que es una enfermedad como otras solo que requiere mayor precaución y cuidado.





¿Vivir o sobrevivir con VIH? 

No hay nada que divulgar al mundo, es como algunos elijen vivir la amistad o el lazo familiar, esperando que llegue el momento para decirlo o se presente una situación crítica o exista algún tipo de presión psicológica (en la mayoría de los casos). Además no hay cuidados extremos para llevar una relación, tenga o no el virus. 

“Imagínate una enfermedad en la que tengas que cuidar tu alimentación estrictamente, no pasarse se grasas, que tengas que cuidarte sexualmente a fuerza, que tengas que hacer ejercicio, que tengas que descansar, que no tengas que pasar estrés, que no tengas que deprimirte, no se oye tan mal” así es vivir con VIH. No hay una regla exacta o clara que hable sobre el concepto de amistad antes y después de contraer la enfermedad, ya que las amistades no tienen fecha de caducidad, ni limites, solo están ahí cuando uno los necesita y ¿Por qué no también cuando no los necesitamos?, el VIH es idéntico a la amistad, ya que ninguno de los dos discrimina por razones de sexo, raza, religión, situación económica o edad. 


FOTO: CORTESÍA EN CONEXIÓN GUATEMALA

“A los positivos les recomiendo no ser negativos, y a los negativos les recomiendo no ser negativos”



¿Te relacionarías con un cero positivo?



En estos tiempos en que todos nos conectamos con todos y que podemos relacionarnos con diferentes tipos de personas, podría suceder que entre una de esas personas con quien convivimos y con la cual nos hemos relacionado, nos declaré de repente que es portadora de VIH ¿cómo se reacciona ante una situación así? Dentro de la celebración del día del amor y la amistad, la fecha tan esperada para muchas personas y despreciada por otras, es muy interesante pensar en la vida de jóvenes y adultos que viven en situación de VIH. 




¿Cómo percibe ésta fecha alguien que lo padece? “Para mí es un día común y corriente”, nos expresa sin ningún problema una persona cero positiva. La sociedad asume que si una persona padece esta situación va a morir; que se debe de cuidar de “este tipo” de personas, porque es peligroso; poco llega a preguntarse cómo serán las relaciones amorosas dada su condición, asume simplemente que no pueden ser. El constante error que siempre ha padecido nuestra sociedad mexicana es la falta de información o la información incorrecta. La ignorancia es en la mayoría de los casos la primera causante de discriminación. 

FOTO: CORTESÍA ALIX-MILSOLESESPLENDIDOS.BLOGSPOT.COM

Los conflictos son diversos porque todos somos diferentes, por lo tanto tenemos concepciones diferentes. Otra persona también cero positiva nos comenta: “Inmediatamente del diagnostico lo relaciono con muerte, con soledad con el que dirán… en un inicio sí, sí me costó asimilarlo, yo creo que en parte por mi situación emocional y en parte la falta de información de la gente que aún tiene mucho miedo a infectarse”. 



Aceptar la enfermedad es el punto más importante para relacionarse. El proceso de aceptación de una enfermedad como el VIH que es degenerativa tiene como cualquier proceso sus diferentes etapas; después del miedo, la preocupación, la búsqueda de información, de atención debe seguir la aceptación. El portante del virus se da cuenta que el detalle está en cuidarse pero que eso lo debemos de hacer todos. 





¿Y cómo son las relaciones de los positivos? 



“…porque ahora no nada más es tengo un piercing en la oreja, o que me gusta el helado de chocolate, ahora es: tomo retrovirales, soy cero positivo”.
Las relaciones de los portadores son positivas. Llevar una relación en pareja implica entre otras muchas cosas en tratar de estar en sintonía con otra persona. Es algo complicado, se necesita confianza y principalmente comunicación. ¿Cómo le dices a alguien que te atrae, que tienes VIH? Siempre estará la incertidumbre sin embargo, el aceptar el padecimiento es el inicio y que lo acepte la otra persona un requisito para el amor. 



“El VIH no va a ser que la relación sea mejor o peor”. Tal vez sea extraño pensar que las personas con una enfermedad “mortal” puedan tener relaciones estables y duraderas pero podemos encontrar quienes están en desacuerdo con esta teoría: primero porque no es tan mortal puesto que existen personas que tienen muchos años con la enfermedad y luego porque no necesariamente es trágica.





Los positivos no se cortan las venas por el amor…



Una persona portadora del virus nos cuenta su experiencia: “en algunas ocasiones, me decían que no había ningún problema y al siguiente día no volvía a saber nada de ellos, o había unos más directos que me decían, no sabes qué, no, no puedo no me quiero aventar con el paquete… a estas alturas de mi vida yo ya estoy aceptado…ahorita ya estoy en la posición de que quien quiera estar conmigo me va aceptar con mi condición” 



“¿Quién me va a querer?” 
Los portadores del virus VIH se relacionan entre ellos mismos, y pareciera ser que es más fácil esta situación que les da cierto tipo de ventaja. 

foto: kuku


De eso también nos hablaron: “de alguna manera es más fácil relacionarse con otras personas positivas, porque lo tenemos en común, podemos platicar, podemos cuidarnos, el simple hecho de abrirnos es más fácil” 



“Si tú me enseñas y aprendemos juntos pues va…” No se crean limitantes, al contrario, existe la oportunidad de estar con quien se quiere. “estamos con chavos que son negativos y que no tienen ningún inconveniente la mayoría es gente que está informada”





Humor negro… 
Foto: GETTY IMAGES


Muchas veces las amistades toman el diagnostico de manera más negativa que el propio portador. De esto nos platica también una persona con VIH: “Mis amigos lo tomaron con mucho temor y la falta de información les causo mucho conflicto… pero poco a poco yo les fui informando. Yo tomo el diagnostico muy a la ligera no me causa mucho conflicto, no tengo ningún complejo de decir ¡sidoso te vas a morir! jajaja… está mal pero es con cariño…. Ellos me dicen: ¡ay no digas eso!” Existen las parejas que se aman no importando la condición médica u orientación sexual, esa es la actual realidad y lo debemos ir aceptando, ojala no tan lentamente como ha sucedido hasta el momento. La tolerancia y permitirnos ampliar nuestro panorama de información, es una cura para los pensamientos negativos que podemos tener los que somos cero negativos. En principio convenzámonos de que enamorarse de un portador de VIH/SIDA es también un privilegio como lo es enamorarse de quien no es portador y no debe de existir ningún miedo.



El VIH no es un parte aguas de vida, no existe un antes ni un después es la misma vida, las mismas metas, el mismo amor y la misma amistad, el VIH no es un límite, es una responsabilidad



con la colaboración de Camacho Pérez Teresa Guadalupe, García Ruiz Gerardo Javier, Garduño Zamora Ángel, Hernández Algarín Ricardo, Juárez Hernández Ivonnee

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