Batiscafo

¡Ay! Me sube la gasolina ¡Ay! Me asusta la gordillo ¡Ay!

Como cantará el gran Juan Luis Guerra “¡Ay! Me sube la gasolina ¡Ay! Cuando te miro y no me miras…” y de verdad estos aumentos no se quitan ni con aspirina, que afortunadamente, según la Secretaría de Hacienda, son para prevenirnos de mortales incrementos inflacionarios, de esos que ni calcetín con rombos-man podría salvarnos.

Lo malo es que no falta el especulador abusivo que aumente ahuevo las tortillas, digo el huevo y las tortillas, con el pretexto del aumento del combustible. Pero no es tan mala la situación, el gabinete ha sabido mantener algunos rubros bien congelados y sin subir, por ejemplo los sueldos. Claro los de la gente que no trabaja, de ese tipo de gente que vive con seis mil pesitos al mes, porque lo que son senadores y diputados, bien merecidos tienen sus aumentos y compensaciones.

Brincando un poco de tema, me gustaría felicitar a los profes por su día, agradecer todos sus buenos consejos, sus lecciones y sobre todo sus correcciones, como aquella que nos dio a todo México, la honorable maestra Elba Esther Gordillo, al aclarar que la peligrosa pandemia no se denominaba Ah1N1, sino AHNLPNDJA.COM.

Incluso ha corregido a uno de los grandes maestros de la historia del país, padre del alma universitaria, José Vasconcelos, pues desde el 15 de Abril de 2010 el lema de la máxima casa de estudios no es: “Por mi raza hablará el espíritu” sino “Por mi raza hablara mi espíritu”, el genio y la sabiduría de esta mujer no son de este planeta, ni su belleza.

Y para que vean que el señor presidente nada más tiene la cara… de buena gente, con motivo de la celebración de los teachers, le tomó la palabra a la líder del sindicato de maestros y exhortó a realizar una evaluación del magisterio. Y ya que anda de acomedido debería de encomendarle una misión a la Gordillo, que la mande al otro lado del mundo a aprender los sistemas educativos de otros países, pero que le pague un buen curso, que dure unos 30 o 40 años, para que le sirva a la señora y de paso al país.

Para finalizar quiero felicitar también, a unos jovencitos universitarios que el pasado domingo dieron clases como todos unos maestros. Por su puesto me refiero a los pumas, que con una cátedra de balón parado y un seminario de contragolpe, vencieron a un rebaño muy aplicado y estudioso, que seguramente en un par de torneos se titulan. Lástima que el cuadro de honor del Clausura 2011 es todo para los auriazules.

Gavroche